Mirando por encima del hombro

5.28.2005

Visitas inesperadas

Pues sí, tengo en casa a los padres de Michelle. Han venido de visita a ver a su hija y, por casualidades de la vida, hace 5 días hubo una fuga de agua en su piso. Yo, por supuesto, ofrecí mi casa para que se acomodaran el fin de semana, pero, siendo sincero, no esperaba que se quedasen. Sin embargo, lo aceptaron a la primera y con entusiasmo.
Ya sé que me alojé en su casa en Nochevieja y que fueron muy atentos conmigo, pero soy muy especial con ésto de las visitas. No tengo inconveniente en que gente que conozco mucho se quede en mi casa unos días, siempre y cuando haya un preaviso mínimo de 15 días. Me gusta que la gente se encuentre todo a su gusto (bueeeno, seré sincero: a mi gusto): la casa limpia, la nevera llena, un planning detallado. Lo que no soporto son las visitas inesperadas porque, reconozcámoslo, soy un maniático del orden y necesito cierto tiempo para hacerme a la idea de que alguien vulnerará mi intimidad y mis inamovibles rutinas. Me he acostumbrado a vivir solo y llevo muy mal el no poder seguir con mis costumbres, que, por otro lado, no son nada del otro mundo, pero son pequeñas cosas que me ponen de mal humor. Ayer ya tuve un conato de enfado con Michelle porque me pongo muy borde en estas circunstancias, y lo peor es que se me nota. Sin embargo, estos pequeños accesos maniáticos se me curan en cuanto alguien me echa en cara lo injusto de mi comportamiento. En ese momento toca agachar las orejas, pedir perdón y aquí no ha pasado nada. Esta vez sí que no pasó nada, pero tengo experiencias anteriores en las que mi falta de tacto me ha causado algún problema.
Hablando de visitas, en 15 días llegarán mis padres de viaje. Es su primera visita en territorio americano. Van a pasar 10 días aquí y va a ser divertido ver a mi padre con sus increíbles dotes para la comunicación en cualquier idioma y la facilidad para el asombro de mi madre. Ya les tengo preparado el itinerario: Montréal - Québec - Nueva York - Niagara Falls - Thousend Islands - Toronto - Ottawa - Montréal.

Hoy sábado se presenta lluvioso. Los padres de Michelle se van a cenar con unos ex compañeros de trabajo y nosotros, pues al cine a ver "Ladies in Lavender" o, si quedan entradas, al Festival de música de cámara.

Por cierto, queda un mes para el Festival de Jazz, 26 días para la Saint Jean y 18 días para los primeros fuegos artificiales del concurso internacional.
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