Ottaouais
Depués de Montreal y Québec, Ottawa es mi tercera ciudad favorita para visitar. Llevo aquí desde el viernes, ya que el lunes participo en una sesión del CIEF en condición de observador. Es una petición que hice hace algunos meses y que me han concedido gracias a la influencia de mi ex-codirector de tesis de la Pompeu Fabra. Se trata de una reunión preparatoria de un Congreso que se celebrará a finales de este mes sobre la francofonía canadiense.
Michelle se ha venido conmigo, pero en cuanto llegamos ayer, se puso les patins à roues alignées (resto del mundo "rollerblade") y se ha ido a un parque a practicar. Yo, con el calor que hace hoy y la sempiterna humedad estival gracias al río, he decidio quedarme un rato a actualizar el blog y preparar la reunión del lunes.
Este viaje estuvo a punto de empezar mal, ya que Michelle, en cuanto supo que nos veníamos a Ottawa, reservó en un Bed& Breakfast que conocía de otra visita con su ex. A qué negarlo, este último comentario sobraba. No me gusta seguir las huellas de otros (No me he atrevido a preguntar si ésta es la misma habitación que ocuparon en su última visita), y además, aunque la casa es preciosa, es demasiado "british" para mi gusto. Eso sí, tenemos conexión a internet wi-fi, cama con dosel y, como en todo buen b&b canadiense, unos desayunos increíbles y de un gusto y refinamiento exquisitos.
Como decía, Ottawa me gusta mucho, incluso para vivir. Me recuerda un poco a Bruselas, ya que es una ciudad de funcionarios (el gobierno federal se encuentra aquí), y además, sirve de exponente de la realidad canadiense. Es una ciudad bilingüe, pero ya se nota que estamos fuera de Québec,por lo que el idioma en que primero se dirigen a tí será el inglés. Yo, acostumbrado al francés, tengo tendencia a usarlo como primera lengua, por lo que a veces me miran mal. Luego, como también me manejo en inglés, puedo salir adelante. Tengo que reconocerlo: prefiero hablar francés que inglés. No se trata de una cuestión de que los hable mejor o peor (considero que hablo los dos con bastante fluidez) sino de aprecio por la cultura que hay detrás de cada uno. yo, como todo buen espanyolito, estudié inglés en cuanto mis padres tuvieron la oportunidad de matricularme en una academia (creo que empecé a los 7 anyos). Luego, estudié francés e inglés en EGB y bachillerato. Pero me marcó muy experiencia ERASMUS en un país francófono y, sobre todo, mi primera novia extranjera, de la que guardo muy buenos recuerdos y con la que aún tengo relación.
Esta tarde la dedicaremos a dar una vuelta por el downtown y sus terrazas y también un pequenyo paseo "diferente". Manyana, a ver si me da tiempo a visitar el Museo de las Civilizaciones, ya que hay un exposición temporal sobre Pompeya que me interesa muchísimo. Y ya puestos en plan sibarita, una cena en L'Orée du bois, elemento sorpresa del fin de semana que Michelle no se espera, ya que es muy complicado tener mesa en este restaurante. Otra cosa no será, pero la gastronomía local, que no falte....
El título del post es el nombre que dieron los franceses al río que pasa por esta región, que a su vez lo tomaron del nombre algonquino (tribu que habitaba y habita aún estas tierras). Algun día me gustaría contaros las historias de Montreal (Hochelaga en iroqués) y Québec (Stadaconé). A ver si tengo tiempo.
2 Comments:
Michelle es tu chica? yo no se porque pero a mi novia actual durante nuestro primer viaje (a Córdoba) la llevé al mismo sitio donde llevé a mi ex. No es morbo ni nada de eso, en este caso fue más el intentar ser práctico y no romperme la cabeza buscando un nuevo sitio...
Ay, que envidia. Me encantaría conocer Canadá...
Un saludo from Madrid!
Me ha encantado leer tus andanzas por Ottawa.
(Creo que es la primera vez que encuentro en un blog el término "sempiterna" y me ha hecho sonreír.)
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