Mirando por encima del hombro

11.25.2005

Cuando el grajo vuela bajo...


Primeros días de nieve en Montréal y parece mentira que en este país una pequeña tormenta pueda causar tanto caos. Ayer tuve que suspender las dos primeras clases debido a que más de la mitad de los alumnos no pudieron llegar a tiempo. Menos mal que yo uso el metro y además son sólo dos estaciones. Me gustaría poder que cojo el metro hasta Beaubien (inside joke para los que conozcan a Beau Dommage), pero no, yo lo cojo en Mont Royal o Sherbrooke hasta Berri-UQAM.
El metro de Montreal me encanta: amplios espacios, gente educada, nada de empujones.... nada que ver con el metro de Madrid, de infausto recuerdo. Solamente de pensar en el trayecto de la línea 6 todas las mañanas en mis tiempos de estudiante universitario se me ponen los pelos de punta.

Ya se acabaron los paseos en bici. Me gusta este medio de transporte, pero a 7 grados bajo cero y con el suelo helado ... usando la frase de moda que todos mis amigos usan en la mayoría de correos, " va a ser que no".

Esta semana he recibido buenas noticias. Por un lado, el director de Departamento me ha confirmado que a partir del 1 de enero del año que viene tengo mi plaza asegurada. Es decir, soy fijo, lo que supone aumento de sueldo y de carga lectiva. Bienvenida sea. Por otro lado, Michelle ha avisado a su casero que el 1 de Diciembre deja su piso y se viene a vivir conmigo. Justo en el momento en que me empezaba a plantear la vuelta a casa, se me abren nuevas oportunidades. para ayudarme más en la decisión, he recibido respuestas negativas de tres Universidades españolas en las que me había presentado a concurso para ocupar una plaza de profesor asociado, así que la cosa está clara.
De momento, éste va aser un invierno de poutine y queues de castor.

11.20.2005

Aniversarios

Esta mañana, al levantarme, tenía la impresión de que se me olvidaba algo, o, mejor dicho, de que algo en lo más profundo de mis recuerdos pugnaba por aflorar a la superficie.
He bajado a comprar el desayuno al Mac Donalds (a pesar de SuperSizeMe, no puedo evitar de cuando en cuando el pecar comiendo las tortitas con jarabe de arce...) y también el periódico. Al ver la fecha en él, me ha venido todo a la memoria.

No, no estoy hablando de lo obvio, sino de que hoy hace exactamente 16 años empecé a salir con mi primera novia "formal". Dieciséis años.... se dice pronto, y sin embargo, cuando me he puesto a recordar, parece que fue ayer. Tópico, ¿verdad?. Pues es cierto. Recuerdo con una mezcla de ternura y vergüenza la manera en la que me declaré una tarde fría de noviembre de 1989, con sus amigas en el banco de al lado, soltando risitas y comentarios que nos hacían sentir aún más avergonzados. Recuerdo ese primer beso fugaz que me pareció absurdo, un poco forzado, opinión que ella me lo confirmó unos meses después diciéndome que parecía que con ese beso, inexperto y breve, parecía que queríamos poner un sello a las palabras que habíamos intercambiado.

Fueron casi cinco años maravillosos, que se torcieron cuando me fui a estudiar fuera por dos años. Intentamos mantener la relación a distancia, pero fue imposible. Demasiadas experiencias vitales por mi parte mientras que ella seguía con su vida normal. Cualquiera que haya sido Erasmus puede entenderme. Cuando volví, toda mi vida anterior me parecía rutinaria, mis amigos, aburridos y mi "novia"..... Algo se había enfriado en nuestra relación y a los pocos meses decidí romper del todo.

Reconozco que siempre le he guardado un especial cariño, aunque sé a ciencia cierta que ella me acabó odiando. Hoy está casada y es madre de dos niñas.

Espero que sea feliz y que haya superado ese odio. Ojalá se acuerde de una promesa que hicimos (ésas promesas tontas de adolescentes) y hoy tenga un ratito para acordarse de lo felices que fuimos hace dieciséis años.

11.06.2005

All Hallow's Eve


Sí, yo también participé en Halloween....

11.01.2005

More about me

Hoy, la Toussaint. Un festivo extranyo, porque me toca trabajar. Aquí estoy, en mi despacho en una Facultad semidesierta. Por eso me ha dado por pensar un poco en mi situación: soltero, pasada la treintena, con una vida cada vez más candiense y menos espanyola, con el trabajo que siempre deseé, llevando a cabo una investigación sobre el tema que más me gusta...
Quisiera dejar algunas pistas más, pero ya he escarmetnado. La última vez que lo hice todos mis alumnos pasaron por el blog. Afortunadamente, no hablan espanyol ni se enteraron demasiado, porque no hicieron comentarios. También creo que se debió a que era época de exámenes y no querían arriesgarse a que le méchant professeur espagnol les amargase el semestre. En todo caso, puedo decir que mi tema es el Federalismo. A ello llevo dedicando casi 10 anyos de mi vida, con varias publicaciones en francés e inglés ya que ninguna editorial espanyola ha querido publicar (hasta ahora) mis estudios. Ese paréntesis del "hasta ahora" va con toda intención. Desde que el Estatuto de Catalunya está en boca de todos he recibido siete cartas de editoriales que intentan recuperar los derechos de edición. Demasiado tarde: los tengo cedidos hasta el 2010, así que tendrán que negociarlo con Les Presses de L'Université Laval. De todas maneras, si se publicasen mis teorías al respecto - debo decir que mis respetados colegas espanyoles no las conocen en absoluto - creo que me atraerían más enemistades que simpatías, ya que me colocan en un incómodo término medio que en Espanya creo que sería calificado de "tibieza".
Junto con estas ofertas editoriales, me han llegado propuestas para trabajar en Europa y en Espanya. En Europa tengo ofertas de Suiza, Alemania, Bélgica y Francia, ordenadas según mi propio interés. De Espanya, tengo ofertas del País Vasco y Catalunya, lo que me induce a pensar que mis tesis concuerdan con las de los nacionalismos vigentes en estas dos Comunidades. Por eso mismo no me convencen: me aterra el sectarismo que abunda en la universidad espanyola. No tengo intenciones de dejar Québec a medio plazo. He renovado mi contrato por otros 4 semestres y posiblemente consiga la plaza fija al final de este periodo. Sin embargo, creo que el verano que viene aceptaré la oferta para trabajar en un curso de la Universidad de Friburgo.

He leido el artículo de El País sobre los mileuristas y me recuerda la situación de muchos companyeros de facultad con los que continúo en contacto. Es otro de los motivos que me impiden decidirme a volver e intentar proseguir mi carrera docente en mi país. Aí tengo un buen salario, un cierto reconocimiento de mi trabajo y tiempo y fondos para mis investigaciones. Ahora mismo trabajo en cuatro proyectos de investigación (dos federales, uno provincial y uno compartido con la Universidad de Harvard) y me encanta la sensación de estar saturado de trabajo compartiendo trabajo con profesores expermentados y verdaderas "vacas sagradas" en sus respectivos campos de investigación. Los "syllabus" que reparto a mis alumnos contienen las últimas teorías, las referencias más recientes y verdaderamente estoy orgulloso de ello. Nada que ver con los apuntes sobados y amarillentos que la mayoría de mis profesores (con dos honrosas excepciones) nos "iluminaban" en la Facultad.