Mirando por encima del hombro

10.23.2005

L'Estatut



La semana pasada tuve la oportunidad de acudir a una conferencia que un afamando profesor y político nacionalista catalán dió en la Université Laval de Québec. Ya os he comentado alguna vez que Québec y Cataluña tienen una "relación especial" y que muchos políticos catalanes quieren mirarse en el espejo de "la belle province".
Pues lo dicho, un importante politólogo catalán pasó por aquí y me desplacé a Québec para verlo en su salsa. Es muy curioso ver cómo cambia el discurso de algunos políticos cuando están en el extranjero y piensan que no hay compatriotas suyos entre el público.

Llegué pronto y, después de reservarme un sitio en primera fila, salí al pasillo donde vi que el profesor y el consejero cultural de la Embajada debatían sobre la actualidad española con varios profesores canadienses. Por supuesto, el tema estrella era el Nou Estatut de Catalunya.

Que conste que yo soy firme partidario del federalismo, pero de un federalismo clásico bien entendido (es decir, a la suiza o a la alemana). Creo que el federalismo tiene que ser integrador, tal y como proponía Carl Friedrich, y no ese federalismo asimétrico que algunos nacionalistas catalanes y vascos proponen. Ya de por sí, el término "federalismo asimétrico" es capcioso. Todo federalismo tiende a la asimetría, ya que se trata de integrar espacios políticos distintos en uno solo. Supongamos que pretendemos unir un país A, que está volcado hacia el mar , con un país B, totalmente interior, sin costa. Las necesidades de estas dos entidades políticas son diferentes y la lesgislación les afectará de manera diferente: el país B no podrá asumir competecias en materia de navegación o de explotación de los recursos marinos ya que no cuenta con ellos, y el país A tendrá menos interes en asumir competencias en materia de agricultura. Este reparto de competencias no impide que el Estado federal funcione correctamente.
Pues bien, en la conferencia el profesor invitado se explayó (en francés) intentando dar cuerpo a la teoría del "hecho diferencial" que marca la esencia de Catalunya y que justificaría su constitución como nación al lado y al mismo nivel que España, tal y como el Parti Québecois lleva solicitando en tres infructuosos referenda en su relación con Canadá.

Resulta curioso ver que Québec y Catalunya intentan reducir el impacto de sus pretensiones independentistas haciendo referencia a un marco supranacional el que se encuentran incluidos gracias al país que los sostiene: el primero, definiéndose como "pays d'Amérique" y la segunda, afirmando sus estrechos lazos y su voluntad de permanecer en la UE.

Para muestra de lo próximos que estan estos dos nacionalismos, aquí va una opinión reciente:

Robert Bertrand
Québec

Le Pays du Québec, c'est l'objectif fondamental de la société québécoise, du peuple du Québec et de la nation québécoise.On veut notre Pays. Pour cette raison, le budget actuel du Québec qui est de quelque 60 milliards de dollars doit rester entre les mains de personnes responsables, capables d'administrer et d'avoir une vision d'avenir. La vision d'avenir, il y en a qui l'ont pour diriger l'ensemble des Québécois et des Québécoises vers des horizons de plus en plus complexes et de plus en plus diversifiés.Il y a une volonté de s'ouvrir au monde et d'assumer de nouvelles responsabilités dans le monde d'aujourd'hui. Le Québec est apte à porter sa voix à la table des nations. Nous avons une place qui nous attend. Il en dépend juste de chacun et de chacune d'entre nous.Maître chez nous pour être maître de notre propre destinée. C'est ensemble qu'il nous faut franchir la prochaine étape de notre affirmation nationale, celle du Pays du Québec.Il faut juste poser les gestes qu'il faut avec ceux et celles qui veulent nous y conduire.


Para más información:aquí. Ya veréis cómo os suenan los argumentos....



CINCO PREGUNTAS Y RESPUESTAS QUE PERMITEN COMPRENDER POR QUÉ EL PARTIDO QUEBEQUENSE QUIERE QUE EL QUEBEC SEA UN PAIS INDEPENDIENTE
1. ¿Qué quiere el Partido Quebequense?
El Partido Quebequense quiere que el Quebec sea un país soberano y tenga todos los instrumentos políticos, jurídicos y fiscales para ser dueño de su destino. Quiere que el gobierno pueda promover y defender los intereses del pueblo quebequense participando plenamente en la vida internacional, al igual que las otras naciones, exigencia que se impone aún más en el contexto de la mundialización de la economía. Es necesario también recordar que el Quebec es el único Estado en América del Norte que tiene una población mayoritariamente francófona y tiene un modelo de desarrollo e instituciones específicas. Este proyecto es legítimo, la misma Corte Suprema del Canadá lo reconoció en agosto de 1998 y el Canadá tendrá la obligación de respetar la decisión de los Quebequenses si ellos responden «SÍ» a la soberanía.
2. ¿De dónde nace el proyecto de soberanía del Quebec?
Desde la formación del Canadá en 1867, siempre hubo gente independientista quienes estimaban que el Quebec no era solamente una provincia del Canadá sino formaba un pueblo y debía ser un país. Las largas negociaciones emprendidas en los años sesenta (60), tratando de modificar la Constitución del Canadá para hacer reconocer al Quebec como uno de los dos pueblos fundadores del Canadá y darle los poderes necesarios para su desarrollo en el seno del Canadá, han sido un fracaso, incluso cuando las negociaciones fueron dirigidas por partidos federalistas quebequenses favorables a que el Quebec permanezca al interior del Canadá. El Partido Quebequense llegó al poder en 1976 y tuvo un referéndum sobre la soberanía en 1980, obteniendo un 40,6% de los votos. En 1982, el Canadá modificó su Constitución imponiéndola al Quebec sin el acuerdo de su Asamblea nacional. Ningún partido político del Quebec ha querido que el Quebec adhiera a esta Constitución. En 1994, el Partido Quebequense tomó nuevamente el poder y tuvo un referéndum en 1995, obteniendo esta vez 49,4% de los votos. El 30 de noviembre de 1998, el Partido Quebequense fué reelegido y formó de nuevo el gobierno.
3. ¿Por qué el Partido Quebequense desea siempre realizar la soberanía del Quebec?
Porque ningún problema ha sido solucionado o está en vías de solucionarse. Desde el referéndum de octubre de 1995 y a pesar de los resultados que muestran con toda evidencia la necesidad de reformar el Canadá, el gobierno central de Ottawa ha decidido mantener el statu quo, dejando perdurar todos los problemas en curso desde hace cuarenta (40) años. Aún más, este gobierno multiplica los ataques contra el Quebec y continúa interviniendo en los campos de competencia del Quebec sembrando el caos en la planificación de los servicios públicos. Trata también de intimidar la población quebequense amenazando de no reconocer los resultados de otro referéndum, cuando el comportamiento democrático del Quebec es irreprochable y que las leyes de financiamiento de los partidos políticos y de realización de referéndum son ejemplares.
4. ¿En el Quebec quién es considerado como Quebequense?
El nacionalismo quebequense no es étnico sino cívico. Todos los ciudadanos que habitan el territorio del Quebec son Quebequenses y sus derechos son igualmente reconocidos. El Quebec tiene una Carta de Derechos y Libertades de la persona que garantiza la igualdad de todos los ciudadanos. La lengua oficial del Quebec es el francés y los inmigrantes deben enviar a sus hijos a la escuela francesa. La minoría inglesa tiene un sistema de educación público completo, desde la escuela de párvulos hasta la Universidad y tiene acceso a todos los servicios en su lengua. Existen leyes que garantizan sus derechos. La comunidad inglesa administra por si misma sus instituciones de enseñanza, de salud y de servicios sociales y cuenta con numerosos medios de comunicación en su lengua : canales de televisión y de radio, diarios y revistas. En cuanto a los pueblos autóctonos, el gobierno del Partido Quebequense ha reconocido en 1985 la existencia de 11 naciones autóctonas, sus derechos ancestrales y sus derechos a la autonomía de gobierno. Acuerdos y convenios han sido concluidos con un gran número de naciones en cuanto a la utilización de ciertos territorios del Quebec y sobre proyectos conjuntos de desarrollo económico, completando acuerdos en educación y en salud. Las negociaciones continúan.
5. ¿Dónde se sitúa el Quebec en el nivel internacional?
Desde ya abierto sobre el mundo por su participación activa en la vida internacional, presente en los organismos internacionales, en los acuerdos de cooperación y de ayuda humanitaria y espera asegurar la continuidad de los convenios en que actualmente forma parte con el Canadá. Participará en las grandes organizaciones internacionales. Decididamente libre cambista pero muy respetuoso de los derechos humanos, de la democracia y de la justicia, situará sus acciones en una perspectiva de desarrollo tanto económico como cultural, social y democrático. Su visión de la mundialización incluye el respeto de la diversidad de identidades nacionales, lenguas y culturas.


Al terminar la conferencia, en el turno de preguntas fui realmente una mala persona, ya que tuve la oportunidar de desmontarle algunos de sus argumentos. Y no fue difícil: basta con leerte la edición digital de dos o tres periódicos españoles para tener una visión objetiva y realista de la situación, y por lo que comentó este señor, debe leerse únicamente "El Periódico" o "La vanguardia"


El 29 de Octubre, en la Université de Montréal hay un acto para conmemorar el décimo aniversario del referendum de 1995, donde se alcanzó el 49.5 de votos a favor de la soberanía de Québec. Sin embargo, siempre quedan las eternas preguntas: El referendum ¿debe llevarse a cabo a escala regional o nacional? y ¿Qué mayoría es aceptable: un 51%, un 80%...?
Pues a ese acto (que cuesta 23 dólares) acudiré yo. Seguro que gran parte de lo que se diga allí lo escucharé de labios de mis políticos catalanes favoritos antes de fin de año.

Y para quitar trascendencia al asunto, un nuevo paisaje:

10.16.2005

Un día cualquiera

Llueve. Esta mañana he tenido que olvidarme de mi paseo dominical por el Vieux Port (la lluvia y los adoquines no son una buena combinación). He decidido preparar una comida de acuerdo con la estación y con alguno de los ingredientes que mi madre me puso en la maleta. A ver, pasemos lista:

1 barra de 1kg y medio de callos
medio jamón de bellota deshuesado
medio lacon envasado al vacío
1 lomo
1 longaniza de payés
3 kgs de chorizos
1 queso mediano manchego
1/2 de Idiazábal
1/2 de Cabrales
6 latas de fabada litoral
1 bizcocho casero
2 botes de aceitunas
1 paquete de Cola-Cao
4 botes de mermelada casera (tomate, moras de zarza, calabaza y ciruela)
6 botellas de vino
y un montón de chucherías varias

Así que hoy, aprovechando que estoy solo, me voy a preparar unos callos con garbanzos acompañado de un buen Ribera del Duero.

Parece sencillo ¿verdad? Pues que sepáis que todo ésto me podría haber costado un buen disgusto en la Aduana. Ya comenté en alguna ocasión que los vuelos directos de España son revisados siempre por personal de Agriculture Canada con su simpático perrito pointer. He comprobado que el resto de los vuelos son sometidos a controles aleatorios. Esta vez, al venir dese Amsterdam, me he librado de una buena.

Pero aún así, merece la pena en estos días lluviosos del otoño abrir una pequeña parcela española en Montréal. Cuando mi apartamento, tan típicamente Montréalais, se impregna de los olores de un cocido, unas lentejas, una paella o unas migas de vendimia (sí, también las sé cocinar), se me va la morriña y me siento un poco más a gusto en esta ciudad.

Hoy me siento un poco Carvalho, y creo que no me apetece cocinar para uno. Invitaré a Martin a comer. Él ya está acostumbrado a los excesos de la gastronomía regional española y no creo que le disguste el menú.


Otra visión de Montréal



Con permiso de Martin, os doy otra visión de Montréal, una mucho más fiable que la mía...:

It was an incongruous day. I emerged from my apartment to find the staircase covered in dry, yellow leaves, and yet the temperature stood at nearly thirty degrees. As I ran my weekly errands, I felt impossibly sad, knowing that this is well and truly the last gasp of summer. There is no turning back now.
It is, as every Montrealer knows, harder to be alone in winter. The whole city retreats indoors, leaving its streets and parks to the snow. Warmth becomes a precious substance, one that is forever leaking out through the cracks in things, which are, suddenly, everywhere. Baseboard heaters struggle audibly, clicking and clanking without discernible effect. On certain days, even the Café is too cold to bear.
In winter, the smallest gestures of physical intimacy are survival techniques: the feet that share warmth under a blanket, the torsos that draw closer in sleep. As the warmest part of the body, the belly is transformed into a fetish object beneath its scratchy layers of wool. Extremities don’t stand a chance.
In sex, we become as modest as Victorians, finding our passions only under a mountain of bedclothes. If we are clever, we arrange ourselves in such a way as to create a hothouse, which recycles the heat of our breath until orgasm or oxygen depletion overcomes. There is simply no other way, as bodily fluids will freeze upon contact with air.
In the absence of sex, a Montreal bed is as cold as a grave. There is no love in this city in winter, only the will to live.
These are the thoughts that were with me today, until I met K. on our favourite terrasse. Defiantly, I drank a glass of sangria, which tasted as sweet to me as honey.

10.08.2005

Metablogística

He vuelto a Montréal y me he sentido extraño. No es una sensación fácil de sobrellevar. Nunca, en los más de 10 años que llevo aquí había notado esa sensación de angustia, de no pertenecer a este ambiente. Quizás sea porque me he encontrado muy agusto con mis amigos y mi familia en España o, y esto es lo que más me preocupa, porque estoy a punto de cerrar un ciclo en mi vida. Me estoy alejando de los 30 años peligrosamente y noto que el cuerpo me pide un cambio. Pero, dichoso cuerpo, no consigue hacerme llegar el mensaje.

En ello sigo, mientras intento recuperar una rutina que antes me hacía feliz. Preparar mis clases, corregir trabajos y exámenes, dirigir tesinas y proyectos de investigación ya no me llena tanto como antes. Soy una persona bastante dinámica, pero últimamente (desde que volví a mediados de septiembre) me estoy dejando llevar por la apatía. El otoño está siendo plomizo, lluvioso y frío. Cuando leo noticias de la sequía en España, casi siento envidia por saber que todavía váis por la calle en manga corta y que alguno de mis amigos que está ahora en Murcia se puede bañar en la playa. El "été des indiens" ha sido tan espectacular como siempre, vuelven las ocas de las nieves y la vida "en plein air" en Montréal empieza a retroceder.

Y yo, sin poder disfrutarlo....

Con Michelle todo va bien. Esta tarde vendrá a casa y se quedará conmigo unos quince días. Ella y su familia sigue en tratamiento, pero se nota que van, poquito a poco, saliendo de ese ensimismamiento tan doloroso.

He dejado el blog aparte de manera intencionada. En principio, cuando lo creé, intentaba superar la morriña que me causaba la vuelta a Montréal después de las vacaciones (nada que ver c on mi actual estado de ánimo). Siempre he tomado el blog como un diálogo público conmigo mismo, una especie de autoterapia muy válida, ya que aquí no puedo irem de cañas con mi mejor amigo y arreglar el mundo y nuestras vidas en una sola tarde. Mi círculo de amistades es reducido, y aparte de Michelle y Martin, no tengo más gente de confianza. Por ello, muchas veces el hecho de actualizar el blog y contar el cómo me siento o lo que estoy escuchando o describir sin más lo que me pasó esta misma mañana me ha ayudado a valorar todo lo que cuento desde una nueva perspectiva. Ésa debe ser la función de mi blog. No aspiro, ni mucho menos, a dejar siempre sentencias o frases ingeniosas que provoquen un aluvión de comentarios. A este respecto, los que me han llegado de dos o tres lectores más o menos constantes (y de cuyas bitácoras me declaro lector empedernido) me sobran y me bastan.

Este pequeño universo de los blogs parece poblarse de seres con un tremendo afán de protagonismo. En alguna página me he encontrado con que el webmaster ha vetado mis comentarios, y puedo jurar que nunca he hecho comentarios groseros o inadecuados en ella ni en ninguna otra. No sé por qué, pero tengo curiosidad. He visto evolucionar blogs desde la más sincera intimidad hacia la publicidad más engañosa, y me he sentido decepcionado, de igual manera como si un amigo hubiera traicionado mi confianza. Los contenidos de los blogs me interesan casi siempre. No reclamo que todo lo que cuenten sea verdad. En muchos se intuye que quien lo escribe se está creando un mundo a su medida, pero éso es positivo y de verdad que me atraen. Otros intentan aportar su visión del mundo a través de una metáfora, y también me interesan. Los que empiezo a dejar de visitar son aquéllos en los que quien escribe se ha ido creyendo en posesión de la verdad de manera directamente proporcional al incremento de visitas. Cada cual es muy libre de hacer lo que le venga en gana con su blog, pero mis gustos no van por ahí.

Por eso mismo, yo me mantengo en mi línea. Escribiré cuando tenga algo que decir, sea importante o la mayor nimiedad del mundo, sin dar una mayor trascendencia al contenido de estas páginas que no intentan ser sino un reflejo de mí mismo.